I LA PRETORIANA 2014 (69 km) (5 de octubre)
Crónica:
Se trata de una carrera de ultradistancia de 69 Kilómetros por
pista de tierra en un 90 %, sendero un 8 % y algo de asfalto por el pueblo de
Tomares. Prácticamente llana y con 11 horas para poder terminarla y con un
carácter de compañerismo y no "competitivo", es decir, sólo hay dos
clasificaciones, una masculina y otra femenina y le dan el mismo trofeo al
primero que al último que complete el recorrido. Luego, cada uno se toma la
carrera como quiere o como puede.
Antes de la salida me encontré con un compañero del foro, rdelgado, de Málaga
aunque vive en Almería, un auténtico fiera (los 101 lo realizó en 11 horas y ha
quedado cuarto en la Ultra
de Sierra nevada de 65 km .).Nos
deseamos suerte pero en meta no lo vi.
Salimos a las 7,30 sin frontal, por lo que los primeros kilómetros se hacen
prácticamente a oscuras, con la luz de la luna como guía. Hay un primer
kilómetro con salida neutralizada desde el polideportivo hasta la pista de
tierra donde nos van guiando los pretorianos.
Luego, a correr y disfrutar de la mañana, del amanecer, del buen hacer de los
pretorianos en los avituallamientos y de los paisajes, primero, mucha zona de
olivar y luego, para mi gusto, lo más bonito, una zona de pinares son mucha
sombra donde correr es una gozada. A veces la pista se transforma en un sendero
y entre la sombra y la frescura de la mañana todo se hace bastante llevadero.
Sobre el kilómetro 40, a
las 11,30 de la mañana, paré por primera vez y a partir de ahí, empezó la otra
parte de la carrera, es decir, la parte en la que toca sufrir un poco.
Comenzaron los estragos del calor y las interminables pistas de tierra. Sobre
el kilómetro 45 llegamos al único punto de corte de la carrera, el camping de
Aznalcazar sobre las 12 de la mañana (el horario de corte era a las 14,30). La
organización fantástica. Lo que antes nunca me había ocurrido en ninguna
carrera: me ayudaban a quitarme la mochila, se encargaban de llenar la bolsa de
hidratación mientras yo comía y luego me ayudaban a colocármela. De lujo. Ojalá
otras carreras aprendan de ésta.
En otro avituallamiento se ofrecían a echarme agua por la cabeza a lo que
accedí gustoso porque el calor apretaba de lo lindo. Lo mejor de la carrera, a
parte de la zona de pinares, el buen ánimo de los pretorianos y lo bien
organizada y balizada que estaba.
Pasado el kilómetro 50 la carrera era un querer y no poder. Avanzaba lo mejor
que podía corriendo y andando pero el calor la endureció bastante (supongo que
como pasa en los 101 de la
Legión ). En muchos aspectos, me recordó a las Millas Romanas
de Mérida. De hecho, había bastantes participantes de Extremadura, mi tierra,
por cierto. Supongo que para devolver la moneda. Entre romanos anda el
ultrafondo de pista de tierra.
Al final, conseguimos llegar a meta por debajo justo de las 8 horas en el
puesto 42 de carrera de los 350 participantes. Contento, bastante cansado y
acalambrado, dolores varios y con alguna que otra ampolla pero con la
satisfacción de haberla terminado.
Ahora a recuperar. Lo dicho. Carrera absolutamente recomendable.
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