El fin de semana del 20 al 21 de octubre estuve en Valencia para correr mi tercera media maraton. Después del parón del verano y tras la lesión que sufrí a finales de septiembre que me impidió correr la media maraton de Marbella, tenía especial ilusión en correr una gran media, con vuelo incluido. Al final me decidí y allí que me fui a través de Ryanair. Llegúe el sábado 20 de octubre sobre las 13 horas. Me alojé en un cocqueto hotel en la playa del Arenal y muy cerca de la línea de meta y salida. El sábado por la tarde recogí el dorsal, paseé por Valencia y preparé mis zapatillas Asics Gel Nimbus 13 añadieno un poco de velcro para sujetar la plantilla. El resultado no ha podido ser mejor.
Recuerdo que aquella noche no dormí mucho por el ruido de la máquinas de calefacción situadas en la fachada del hotel. Tanto el día del sábado como aquella noche llovió de forma abudante pero la mañana salió despejada y fresca. Después de los preparativos me dirigí a la carrera. Mucha gente en los aledaños, muchisimos corredores. Más de 9000. Recuerdo que me llamó la atención la distribución de enormes bandejas con vaselina para los corredores. El corredor que llevaba el globo para correrla en dos horas iba vestido de Groucho Marx. Los primeros diez kilómetros los hice a buen ritmo pero a partir del kilómetro 12 las piernas empezaron a cargarse y los últimos kilómetros resultaron un auténtico calvario. La imagen es una muestra del sufrimiento que llevaba encima. La llegada a meta fue como una liberación. El cuerpo destrozado pero contento por haber superado la prueba y no haberme resentido de la lesión. Después pasé varias horas por el paseo marítimo y el puerto de Valencia hasta coger el avión.
